Dirección: Park Chan-wook.
País: Corea del Sur.
Duración: 112 min.
Género: Drama, thriller.
Interpretación: Lee Yeong-ae, Choi Min-sik, Tony Barry, Oh Dal-soo, Anne Cordiner, Go Su-hee, Kim Hye
Guión: Jeong Seo-gyeong y Park Chan-wook
Tercera y última entrega de la llamada trilogia de la venganza de Park Chan-Wook. Primero fue Sympathy por Mr. Vengeance, después llego esa maravilla llamada Old Boy, y la trilogía se termina añadiendo a una dama al trío.
Se puede decir que es la más dramática de las tres. La que menos acción tiene (olvidaros de los grandes combates de Old Boy, aqui no ocurre nada parecido), pero al mismo tiempo, es la más violenta.
Al principio cuesta enterarse de lo que esta pasando (dada la gran complejidad de su argumento); pero el director demuestra su maestría, y mediante flashbacks nos va poniendo al corriente de todos los entresijos. Nos enseña como se puede y se debe contar una historia de largo recorrido (transcurre durante más de 15 años) sin necesidad de tirar de horas y horas de metraje; algo que se esta poniendo muy de moda últimamente.
A nivel de interpretaciones, música e imágenes ningún punto negativo; todo a gran nivel, al igual que el argumento. Grandes interpretaciones, sencillas y sin abusar del lagrimeo (cosa que sería bastante fácil en una película tan trágica); lo único, que tienes que pensar desde el principio que estas viendo una película asiática; no puedes esperar grandes aspavientos emocionales típicos de los dramas occidentales; pues es algo que no ocurriría en la vida real en Corea, Japón y demás, con lo que es normal que tampoco ocurra en la ficción.
Como había dicho antes, muchos temas que tratar: el complejo plan trazado por Lee Geum-Ja para vengarse de que Baek le obligará a culparse por un delito que no había cometido, el reencuentro de esta con su hija que no veia desde que entró en la cárcel y la venganza de los padres de los hijos asesinados por el señor Baek.
Esta último es el tema que más hace reflexionar al espectador; bueno, por lo menos es el que más me ha hecho reflexionar a mi. El asesino de tu hijo (así hasta cinco familias) esta atado sin poder moverse en la habitación de al lado, tienes total libertad para realizar lo que quieras con él. ¿Que harías?¿Te vengarías directamente de él o lo entregarías a la justicia? ¿Cómo ponerse de acuerdo y razonar con los demás sobre algo tan poco razonable con el sentimiento de odio y venganza?
La situación y las consecuencias son llevadas hasta el extremo por parte del director; marcando al espectador con unas imágenes impactantes, pero sin abusar (más bien sin utilizar) del gore y la sangre fácil, algo de agradecer.
Aunque no llega a la magnificencia de Old Boy, Park Chan-Wook consigue realizar otra excelente película. Como todas las que hace; este señor es incapaz de hacer una película que no sea buena, creo que ni proponiendoselo sería capaz de hacerlo; nos tiene muy mal acostumbrados.
Si te pones a repasar la filmografía de Park Chan-Wook te das cuenta de cuál es su mayor virtud; su originalidad. Sus películas además de ser excelentes, nos cuentan algo diferente a lo visto anteriormente.
Ya tengo ganas de pillar una copia de Thrist (la única que me falta por ver), sentarme en el sillón de mi casa y degustar de otra ración de buen cine.
CALIFICACION 4'5/5
CALIFICACION 4'5/5
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